jueves, 6 de diciembre de 2012

A ritmo de pasodoble

Maruja fue siempre una cocinera excepcional. Disfrutaba con la preparación de cualquier plato, desde la ensalada más humilde al guiso más elaborado. Pero donde destacaba sin duda era en la repostería. Se sentía feliz hundiendo las manos en la masa del hojaldre, añadiendo un poquito de azúcar o cascando otro huevo para añadir a la mezcla.

Aquella tarde se dispuso a realizar su tarta maestra, la tarta de Santiago que tanto entusiasmó siempre a su Paco. Con qué gusto la comía el pobre, hasta aquella mañana de invierno en la que murió de la manera más tonta, atragantado cuando se estaba comiendo un bocadillo de tortilla.

Maruja se sacudió el amargo recuerdo y se ajustó el delantal de puntillas a la cintura. Y cuando se disponía a cascar con decisión el huevo que tenía en la mano, de pronto comenzó a escuchar aquella canción que tantos recuerdos le traía y que estaba sonando ahora en la radio. Nada menos que Paquito Chocolatero. Cuántas veces había bailado con su Paco bien agarrado el famoso pasodoble en las fiestas de su pueblo.

De pronto se sintió transportada a aquella plaza adornada con guirnaldas en una cálida noche de verano. Su Paco sonriéndole, agarrado con firmeza a sus caderas en un vaivén de círculos acompasados. Ella joven de nuevo, tan ligera y liviana que parecía suspendida en el aire. Hasta que comenzó a sentirse mareada y terminó por perder momentánemente el conocimiento. Cuando recobró la consciencia su Paco la tenía fuertemente abrazada y a ella se le dibujó una sonrisa en los labios.

Maruja mostraba todavía una sonrisa a la mañana siguiente cuando encontraron su cuerpo ya frío tendido sobre el suelo de la cocina. Todo indicaba que perdió el conocimiento cuando se encontraba cocinando, y una fatal caída provocó que se desnucara golpeándose la cabeza con la mesa antigua de madera.

Casi todos los que oyeron la noticia de su accidente se sintieron sobrecogidos con  lo que consideraron una tragedia terrible. Sólo quienes les conocían bien pudieron entender la sonrisa que  Maruja tenía en sus labios.

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