miércoles, 12 de diciembre de 2012

Oda a la Tierra

 
Párpados que amanecen
cada mañana a tu luz,
abandonando esos sueños
que entre tus brazos acunas.

Cantas nanas que no escuchan
estos oídos humanos,
sumidos en su rutina,
despertadores y estrés.

Abren los ojos 
a este mundo que olvida,
madre desaparecida,
bajo carreteras y heridas.

Respiran sin ser conscientes
de que tu aire da vida;
ese aire, tu perfume,
que algunos pretenden cobrar.

Lloras a veces, madre,
herida por el fracaso,
de un ser que educa ciegos
errantes en su caminar.

"No llores, Tierra -te digo-.
Somos un todo, lo sé,
pero aprendemos cual hijos
bastardos en su quehacer."

"Sonríe, Tierra -susurro-.
Somos pequeños aún;
niños traviesos que hieren
a este mundo que eres tú."

"Perdona, Tierra, perdona,
el cambio está por llegar,
cuando seamos conscientes
de que somos un igual."

No hay comentarios:

Publicar un comentario