miércoles, 28 de noviembre de 2012

Rompe el huevo

Maldita sea! Exclamo mientras mi corazón tamborilea en mi pecho y llena mis oídos con el fuerte retumbar de sus latidos. Sigo luchando con la  bóveda blanca mientras  la savia rosada y pegajosa que me rodea cada vez excasea más. Por qué ésta mente peregrina no hace más que decirme que es fácil romper la cáscara?  Con lo agusto que estoy  en éste mundo calentito con abundantes placeres y sin que nada falte? Pero la naturaleza me obliga... Tengo que salir al mundo y darme a conocer, chillar a pleno pulmón y sentir cómo con la primera respiración me desgarro por dentro. Qué es eso que tengo delante de los ojos?una prolongación rosada de mi otro yo? Ése no soy yo, es el martillo de la vida, el que rompe el cascarón, frío y distante como si no formase parte de mí y, sin embargo, toda una extremidad de acción... Otro día angustioso y sofocante, pero veo una brecha, henchida de luz en el horizonte, mi cabeza vuela hasta ella con una curiosidad renacida desde mis entrañas. Mi martillo, prolongación de mi otro yo, se abre paso entre los muros inertes abriendo una luz tan intensa como un Cosmos infinito, lleno de colores tan vívidos como los latidos de mi tamborileante corazón, que palpita con cada reflejo del óvulo abierto en dos de mi mísero cascarón...

1 comentario:

  1. Muchos de los que escribimos nos encerramos en nuestra cáscara particular y luego... Se nos olvidan las llaves... Ésta es una manera de romper la cáscara: compartir nuestras letras con los demás. Me siento identificada con tu escrito. Sólo un apunte chiquitín: abre y cierra exclamaciones e interrogaciones. Gracias a Dios, in spanish tenemos dos :)

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